¿Porqué todo esto?
¿Toda esta soledad amontonada?
¿Estos acantilados de gente muerta?
¿Estas góndolas de supermercado sembradas de silencio,
De vacio?
¿Donde queda el paraíso?
¿Donde están los ojos de mi madre?
¿Donde esta la adrenalina de escaparse de la escuela?
Donde la magia de lo cotidiano.
Salto y ni la sorpresa me sigue.
Ni la sombra de lo que fui
Viene a mi encuentro.
Me dejo llevar
Me llevo hasta donde
El rio pierde su corriente.
Y me hundo en un cortocircuito.
fito paez
ResponderEliminarAl leerte, llega hasta a mí el grito ensordecedor de las zapatillas tiritando de soledad en la orilla... de la magia zozobrando... en la boca azul devorándolo todo... Daniela
ResponderEliminarquien no miro a las zapatillas cuando estas en el agua.como todo porteñp siempre la paranoia acompañandonos a todos lados, incluso al rio o al paraiso.
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