Lloran las camillas,
Sauces blancos,acostados,
El hospital en calma.
Cama de hospital,
Silencio de hospital.,
Viejitas rezando en los pasillos,
Todo bañado por luces de tubos fluorescentes,
Alguno agoniza y tiembla,
con el,
el ritmo de la luz,
del haz
de la hoz.
Enfermos tomando remedios
Para enfermedades sin cura,
Hospital con olor a cementerio,
Con olor a espadol.
Enfermeras exuberantes
Llenan por segundos el ascensor,
Perfuman la escalera
Con fragancias de catalogo
Que imitan perfumes.
Y todo ahí dentro es una parodia,
Hasta el dolor,
Hasta la muerte.
Estampitas, rosarios, crucifijos
En las paredes
Y esa cadencia de cadena oxidada
Que tienen las horas cuando
Uno esta mirando una cama,
Que se traga lo poco que queda
De alguien,
Que alguna vez
fue alguien.
lukasdelahoja
Bueno, parece que soy la primera comentadora... Apesta el olor a hospital en tu poema y se huele la tristeza y la desesperanza... Toco madera, porque yo lo he vivido. Muy angustiante y muy bello. Soy Alicia, no tengo cuenta creada todavia.
ResponderEliminar....los hospitales siempre tienen ese olor amarillento. olor a mal sueño.nunca sabe uno dónde despertará.ojalá la muerte(que tiene un pésimo look), tenga mucho mejor perfume, porque... al fin y al cabo, cada vez falta menos no?Felicidades por el blog! y saludos al vecindario lleno de gente linda.
ResponderEliminarAgustina.
trés la sensación, el olor y la desesperanza, le tedio, el vacío, la angustia que vivimos en los hospitales. Serenamente desgarrador. Elsa
ResponderEliminargracias a mis seguidoras comentaristas, etc.esto del blog tiene un gusto a botella al mar, es bueno saber que apesar de vivir en una isla, hay gente que encuentra y lee las botellas en la orilla.
ResponderEliminargraxias a todos
lukasdelahoja
Esa cadencia de cadena oxidada que tienen las horas, las palabras...esa musicalidad agónica... la hoz temblando en el haz que se enrieda en las lágrimas de los sauces blancos... Bello y desgarrador poema señor de los anillos! Daniela
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